¿Cuáles son los desafíos que se encuentran con más frecuencia en los países en desarrollo en el manejo de casos pediátricos en un contexto humanitario?
Además de que las enfermedades infecciosas y tropicales matan a niños en estos países, también ocurren en ciertos países africanos. También hay malformaciones congénitas.
La mayor dificultad es que los niños enfermos llegan al hospital en estado grave, a veces al borde de la muerte. A menudo presentan varios problemas simultáneamente, por ejemplo, padecen desnutrición y neumonía aguda, malaria o anemia falciforme.
Ante este tipo de situaciones, nuestra Fundación a través de su estructura hospitalaria realiza exámenes de laboratorio y por tanto una valoración completa con el fin de detectar patologías oportunistas antes de la cirugía, en ocasiones puede resultar complicado darles un tratamiento adecuado por falta de medios económicos debido a que otros médicos especialistas cobrar sumas exorbitantes en determinados casos.
La malaria es fácilmente detectable y se trata con medicamentos muy específicos. Pero otras infecciones suelen ser detectadas por laboratorios de análisis de biología médica especializados en enfermedades infecciosas de nivel P2 o P3.
Es un verdadero desafío cuidar a los niños, la mayoría de los cuales provienen de familias pobres. Para cubrir ciertos costos médicos, apelamos a la generosidad de ciertos profesionales de la salud a nivel local e internacional.